
El manejo inadecuado de los signos vitales en los adultos mayores tiene consecuencias graves y, lamentablemente, resulta muy común en las familias NO tener esta práctica como hábito, y en los casos excepcionales que es realizado, las mediciones son realizadas de manera incorrecta.
La población Adulta Mayor, tiene una menor reserva fisiológica, suele presentar enfermedades crónicas y, con frecuencia, sus signos vitales no siguen los patrones típicos (por ejemplo, pueden no presentar fiebre alta en una infección grave), inclusive tener neumonía y no presentar signos visibles de ello.
Las consecuencias se pueden categorizar de la siguiente manera:
1. Consecuencias Directas en la Salud (Morbilidad y Mortalidad)
· Retraso en el Diagnóstico y Tratamiento: Es la consecuencia más crítica. Un signo vital anormal es a menudo la primera señal de alarma de una condición subyacente (infección, deshidratación, infarto). Si no se detecta a tiempo, se pierden horas o días cruciales para intervenir.
· Ejemplo: Una infección urinaria silenciosa (que en un adulto mayor puede manifestarse solo con insomnio confusión y febrícula) puede evolucionar a una sepsis grave y shock séptico por no detectarse y tratarse a tiempo.
· Hospitalizaciones Evitables: Muchas complicaciones que requieren ingreso hospitalario (deshidratación severa, caídas por hipotensión, exacerbación de falla cardíaca) podrían prevenirse con un monitoreo adecuado en el hogar o en residencias.
· Deterioro Funcional y Cognitivo: Episodios de hipotensión (presión baja) pueden causar mareos y caídas, principales fracturas (como la de cadera y fémur), lo que a menudo marca el inicio de una pérdida irreversible de independencia. Los cuadros de delirium (confusión aguda) por infecciones o desequilibrios metabólicos, si no se tratan rápido, pueden no ser completamente reversibles.
· Mortalidad: Todas las consecuencias anteriores (sepsis no tratada, eventos cardíacos no diagnosticados, complicaciones post-caídas) aumentan significativamente el riesgo de muerte.
2. Consecuencias Relacionadas con Errores en la Medición o Interpretación
Cada signo vital mal manejado tiene sus riesgos específicos:
· Manejo Inadecuado de la Fiebre (Temperatura):
· Subestimar una febrícula (37.2°C – 37.8°C): En un adulto mayor, una temperatura «levemente elevada» puede ser el equivalente a una fiebre muy alta en un adulto joven. Ignorarla es un error grave. Inciso El sistema inmune del adulto mayor, «normalmente» está deprimido, en consecuencia, suelen tener compromisos en su salud y no manifestarse, por ende; los especialistas en la salud tanto preventiva como resolutiva de la población ADULTA MAYOR tomamos muy en serio las vacaciones de los signos vitales y su comportamiento, por muy pequeños que estos sean.
· No medirla correctamente: Los termómetros timpánicos o axilares pueden ser inexactos. La gold standard es la medición oral o rectal en casos de sospecha.
· Manejo Inadecuado de la Presión Arterial:
· No detectar la Hipotensión Ortostática: No medir la presión sentado y de pie puede pasar por alto una causa común de mareos y caídas.
· Interpretar mal la Hipertensión: Atribuir síntomas como dolor de cabeza o mareo a una presión «un poco alta» sin buscar otras causas más urgentes (como un accidente cerebrovascular).
· «Hipertensión de Bata Blanca» o efecto contrario: No realizar un correcto seguimiento ambulatorio puede llevar a sobretratamiento o subtratamiento.
· Manejo Inadecuado de la Frecuencia Cardíaca (Pulso):
· No palpar el pulso radial o apical: Confiar solo en oxímetros puede ocultar arritmias como la Fibrilación Auricular, que es un enorme factor de riesgo para sufrir un ACV / ECV.
· Ignorar una frecuencia baja (Bradicardia) o alta (Taquicardia): Ambas pueden ser signos de problemas cardíacos, metabólicos o de medicación.
· Manejo Inadecuado de la Saturación de Oxígeno:
· No usar un pulsioxímetro: Muchas neumonías en ancianos no presentan tos o fiebre evidente, pero sí una caída silenciosa de la saturación (hipoxia silente).
· Interpretar mal la lectura: No considerar factores que alteran la lectura (mala circulación, uñas esmaltadas, movimiento).
· Manejo Inadecuado de la Frecuencia Respiratoria:
· No medirse: Es el signo vital más subestimado y a menudo el primero que se altera en condiciones graves como falla cardíaca o infección pulmonar.
· Un aumento (Taquipnea) > 20-22 respiraciones por minuto es una bandera roja de alarma que no debe ignorarse.
3. Consecuencias en la Calidad de Vida y el Sistema Sanitario
· Pérdida de Autonomía: Las caídas y las hospitalizaciones prolongadas suelen resultar en la necesidad de cuidadores permanentes o ingreso en residencias que pueden disminuir o evitarse.
· Polifarmacia Inadecuada: La falta de monitoreo puede llevar a ajustes incorrectos de medicamentos (como antihipertensivos o diuréticos) que empeoran la situación.
· Sobrecarga del Sistema de Salud: Las complicaciones evitables generan visitas a urgencias, hospitalizaciones y tratamientos más complejos y costosos.
Finalmente
El manejo adecuado de los signos vitales en el adulto mayor va más allá de tomar una cifra. Implica:
1. Medirse correctamente (usando la técnica y equipmento apropiados).
2. Interpretarlos en contexto (saber que sus valores de «normalidad» pueden ser diferentes).
3. Sospechar que cualquier alteración, por sutil que sea, puede ser la punta del iceberg de un problema grave.
4. Documentar y comunicar los cambios de manera efectiva a los profesionales de la salud.
La consecuencia última del manejo inadecuado es un deterioro evitable de la salud, una pérdida de calidad de vida y un aumento en el riesgo de mortalidad para una población especialmente vulnerable.